viernes, octubre 15

Bajó una mariposa a un lugar oscuro; al parecer, de
hermosos colores; no se distinguía bien. La niña más chica
creyó que era una muñeca rarísima y la pidió; los otros
niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.
Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.
Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural.
Me arrodillé y vi. Era verdad lo que decían los niños. ¿Cómo
cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?
Llamamos a un vecino. Trajo una pinza. Sacó las alas. Y un
hombre alto se irguió y se marchó.
Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado
prodigiosamente en una caja.

(Marosa di Giorgio)

De "La liebre de marzo" 1981

lunes, octubre 4

Leer quiero
mi ciudad
cual poema surrealista,

(pero sin la musicalidad
de asquerosas bocinas
ni alarmas malditas).

Leer quiero
nuestras calles
con un gran anteojo-bicicleta
y te den a vos la tuya
en la próxima biblioteca;

y comprar los rulemanes
en la librería,
y conseguir los mejores
libros de poesía,
a la vuelta, en el barrio,
en la bicicletería amiga.