miércoles, mayo 13

Enamorados del nuevo siglo: Heteróclitos y multiformes.



El siguiente estudio estructuralista tendrá como fin último describir un fenómeno inédito: la transmutación y trasmigración de los agentes involucrados en una relación amorosa posmoderna.



ETAPA 1: El conocimiento, Presentación, o Entrecruce aparentemente aleatorio de almas predestinadas.



El deambular sin rumbo que mantienen las gentes entre otras gentes, produce lo que llamaremos: enamoramiento.

Producto, en primera instancia, de la atracción física, el enamoramiento sufre una especie de intensificación ascendente que lleva a los enamorados a un estado anormal dentro del “sistema civilizado”, que durará (de manera continua), entre dos a cinco semanas, dependiendo de la pasión de los involucrados. Se trata de locuras, desenfrenos, sentimientos intensos, confesiones profundísimas… que vincularán a los enamorados en un lazo que se fortalecerá, o no, siempre y cuando haya intenciones más o menos compartidas.




ETAPA 2: Transmutación y trasmigración de los entes enamorados a elementos heteróclitos y multiformes.


Supongamos que los enamorados lograron atravesar el umbral crítico de las primeras semanas, y mantienen una relación estabilizada. Esta se verá fatalmente desorganizada por una explosión físico-química cuando ambos individuos vuelvan de su estado anormal, y se reconozcan parte de esta “civilización” que llamaremos: Antropo-tecnológica del Nuevo Siglo Cibernético.

¡El fenómeno es digno de admiración! ¡Un mangar para el universo científico! Se trata de una explosión de tipo físico-química una disgregación y siguiente trasmigración del cuerpo de ambas entidades a elementos de los más cotidianos. El hecho es aún, inexplicable. Los más sofisticados laboratorios y sus equipos de profesionales intentan escribir la teoría que lo sustente. Mientras tanto, deberemos contentarnos con una mera descripción:

Para ejemplificar el fenómeno, abstraeremos un modelo exacto para su estudio:

Todo comienza cuando A se conoce con B, demos por caso: en vacaciones. Dos semanas juntos, en estado anormal, es tiempo de sobra para conocerse, registrar cada uno de sus gestos y volverse el uno para el otro: inconfundibles.

Un determinado Lunes ocurre lo siguiente: una rutina, un anotarse en tareas para el resto del año, más un reloj que sólo nos muestra el poco tiempo que tiene; es la química que hará efecto con el próximo beso que se den (dicho sea de paso, el último que se den en su morfología original). Con el acercamiento de los labios, una colisión extraordinaria disgrega sus cuerpos, en los más diversos objetos de su entorno. Lo curioso es que no se afectará en nada el cariño que se tienen, no van a quererse menos que antes (siempre y cuando), logren adecuarse a su nueva naturaleza:

A un Nokia 1100 le confesarán los más profundos sentimientos; darán amor con abrazos, a una almohada deformada; recibirán caricias de un mouse, y besos binarios de un monitor frío y cuadrado. El fenómeno es progresivo, y se cree que (en el súmmum de la metamorfosis), llegarán a ser sólo un par de bandejas de entradas, que en Comic Sans, o Trabuchet Black, expresen ese tan esperado, ese tan sincero: Te Quiero.

jueves, mayo 7

Minificción legendaria



Uno de los recursos más ilustrativos, que tiene La Ilíada en su narrativa, son los símiles.

Son comparaciones que Homero hace para resaltar alguna situación dentro de su gran obra, que dos mil ochocientos años más tarde, siguen generando imágenes mentales, que ni millones de dólares Hollywoodenses podrían comparar.
Son pequeños relatos, que aislados del poema, pueden igualmente leerse como la mejor minificción.

[Algunos símiles presentan escenas de violencia, se recomienda a los señores padres estar acompañados de algún hijo. Al fin y al cabo los violentos somos los grandes].



“Así como el Noto derrama en las cumbres de un monte la niebla tan poco grata al pastor, y más favorable que la noche para el ladrón, y sólo se ve el espacio a que alcanza una pedrada; así también, una densa polvareda se levanta bajo los pies de los que se ponían en marcha y atravesaban con gran presteza la llanura.”



“Como un león hambriento que ha encontrado un gran cuerpo de cornígero ciervo o de cabra montés, se alegra y lo devora, aunque lo persigan ágiles perros y robustos mozos; así Menelao se holgó de ver con sus propios ojos al deiforme Alejandro (…) y al momento saltó del carro al suelo sin dejar las armas”

“Como el que descubre un dragón en la espesura de un monte, se hecha con plenitud hacia atrás, tiémblale las carnes y se aleja con la palidez pintada en sus mejillas; así el deiforme Alejandro, temiendo al hijo de Atreo, desapareció en la turba con los altivos troyanos”



“Como de la hendedura de un peñasco salen sin cesar enjambres copiosos de abejas que vuelan arracimadas sobre las flores primaverales y unas revolotean a este lado y otras a aquél, así las numerosas familias de guerreros marchaban en grupos, por la baja ribera, desde las naves y tiendas al ágora”



“Como el nubarrón, impelido por el céfiro, camina sobre el mar y se le ve a lo lejos negro como la pez y preñado de tempestad, y el cabrero se estremece al divisarlo desde la altura, y, antecogiendo el ganado lo conduce a una cueza; de igual modo iban al dañoso combate, con los Ayantes, las densas y oscuras falanges de los jóvenes ilustres, erizadas de lanzas y escudos”



“Como el Céfiro mueve con violento soplo un crecido trigal y se cierne sobre las espigas, de igual manera se movió toda el ágora”



“Cual se columbra desde lejos el resplandor de un incendio, cuando el voraz fuego se propaga por vasta selva en la cumbre de un monte, así el brillo de las broncíneas armaduras de los que se ponían en marcha llegaba al cielo a través del éter”