lunes, julio 20

*




Vamos de a poco, amor: Tratemos de imaginar… mi remera. Ahora: tus medias. Tal vez… ¡una habitación! Sí, una pequeña habitación con vista a un puñado de edificios circundados por autos y demás ruidos. Pero aún… no sé, le falta algo. ¡YA SÉ: UN RELOJ! Sí, de ese modo podremos saber cuán poco nos falta para hacer lo que debemos hacer...
Amor, seamos realistas: sería sofocante vivir esa ilusión.
Volvamos. Prefiero nuestra nave de timón falseado; este viajar juntos con un vaivén mariposa por inmensidades de pura nada, parando de cuando en cuando para disfrutar el instante y luego seguir, sin otro espacio concreto, que nuestros cuerpos desnudos; ni otro tiempo establecido, que esa eternidad de tu parpadear y sonreírme.





*